jueves, 2 de junio de 2011

La palidez

Palidez
Es una pérdida anormal del color de la piel normal o de las membranas mucosas. Lo que se aprecia en los labios, la boca y en la conjuntiva.

Semiogénesis o fisiopatología

La palidez aparece siempre que el componente rosado de la coloración de la piel se encuentra disminuido o ausente. Como que este depende del color rojo de la sangre circulante en los capilares dérmicos, transparentado a través de la epidermis, habrá palidez siempre que se halle alterada la cantidad o la calidad sanguínea, el calibre o el número de los vasos sanguíneos de la dermis o que la epidermis aumente de grosor o disminuya su transparencia, interfiriendo el paso a través de la coloración roja de la sangre, que en este caso puede estar normal.

Semiografía


1. La palidez puede ser generalizada en todo el cuerpo o localizada en una parte de él o en un miembro, por ejemplo, en una porción del mismo.
2. De acuerdo con la intensidad de la coloración, se describe una palidez ligera, mediana o intensa.

Semiodiagnóstico


Señalemos en primer lugar, la existencia de un tipo de palidez congénita o constitucional, en la que el color pálido de la piel depende de una menor transparencia, o de un mayor grosor de las capas superficiales epidérmicas, o de una disminución del número de los vasos sanguíneos integrantes de los plexos dérmicos. Esta palidez congénita no es en realidad patológica, y se opone a los otros tipos de palidez adquirida, dependientes de un trastorno morboso. Deberemos pensar en la palidez congénita cuando observemos un individuo pálido con sus mucosas bien coloreadas.



Palidez por alteraciones sanguíneas


En otros casos la palidez es debida a modificaciones patológicas de la calidad o de la cantidad de la sangre que circula por los vasos de la piel. Así podrá observarse cuando la cantidad de hemoglobina se encuentre disminuida (oligocromemia), o cuando el número de glóbulos rojos esté por debajo de la cifra normal (oligocitemia), o cuando por una hemorragia externa o interna haya disminuido la masa sanguínea (oligohemia). La palidez por oligocromemia se observa en todas las formas de anemia que conducen a una disminución del tenor hemoglóbico de la sangre con un descenso, más o menos acentuado, del número de hematíes por milímetro cúbico.

La palidez por oligocitemia se presenta en aquellas formas de anemias que, sin perjuicio de descender, a veces marcadamente, la cantidad de hemoglobina, se caracteriza por una acentuada disminución del número de glóbulos rojos por milímetro cúbico.

La palidez por oligohemia se encuentra después de las grandes hemorragias, externas o internas, y se debe a una disminución de la masa sanguínea. Es de gran valor en el diagnóstico de las hemorragias internas. Muchas veces una palidez intensa, de aparición brusca, acompañada de taquicardia, hipotensión arterial, hipotermia, sudación profusa y facies parecida a la hipocrática, es la que nos infiere el diagnóstico de una hemorragia interna y el aplicar el tratamiento operatorio a tiempo para salvar una vida. 

Palidez por causa circulatoria


Existe, finalmente, una palidez por causa vascular o causa cardiaca, dependiente de modificaciones del calibre de los vasos sanguíneos de la piel o de lesiones especiales de las válvulas sigmoideas aórticas. En ella la coloración roja de la sangre puede permanecer normal, originándose la palidez por un vaciamiento de las redes capilares de la dermis, ya sea por una vasoconstricción periférica o por un reflujo anormal de la sangre al ventrículo izquierdo durante la diástole, consecuencia de una insuficiencia de las válvulas aórticas, como sucede en la insuficiencia aórtica.

La palidez por causa vascular puede ser por vasoconstricción y obstrucción. Por vasoconstricción puede observarse transitoriamente: en las emociones (palidez emocional); en los mareos y vértigos que acompañan a las náuseas y al vómito; en los dolores intensos o en los casos de ingestión de algunos medicamentos vasoconstrictores como la adrenalina, por ejemplo. En la hipertensión arterial, en la arteriosclerosis y en la nefritis crónica puede observarse, también, una palidez por vasoconstricción, aunque más duradera, la cual se debe a los trastornos angiospásticos que acompañan a estos procesos patológicos. Por obstrucción puede observarse la palidez: en las trombosis y embolias arteriales que sean intensas, dolorosas y localizadas.


Fuente Bibliográfica
Investigado y Redactado  por Gehovani Gutierrez M.
del Dr. Raimundo Llanio Navarro (Propedéutica clínica y semiología médica)

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